Centuria Romana Munda: Tradición, Crecimiento y Futuro de la Asociación Cultural.

El compromiso de la Centuria Romana Munda con las tradiciones.

RAFAEL CABELLO

PRESIDENTE

HELIODORO DÍAZ

VICE PRESIDENTE

DANIEL CÉSAR

SECRETARIO

RAFAEL HERRADOR

TESORERO

FRANCISCO RUIZ

VICE TESORERO

FRANCISCO SALIDO

VESTUARIO

ANTONIO SALIDO

INTENDENCIA

RAFAEL REY

VOCAL

FRANCISCO CANTOS

VOCAL

ANTONIO SALAS

VOCAL

JESÚS PALMA

VOCAL

ANTONIO RAIGÓN

VOCAL

FRANCISCO MUÑOZ

VOCAL

MANUEL ARJONA

VOCAL

MANUEL ESPEJO

DECURIÓN CORNETAS

JUAN ROBLES

DECURIÓN TAMBORES Y TIMBALES

JAVIER CENTELLA

DECURIÓN ESTANDARTES-PENDONES-LANCEROS

Entrevista al Presidente de la Centuria Romana Munda, D. Rafael Cabello Hidalgo.

El caminar por la delgada senda de esta modesta asociación cultural, siempre se ha caracterizado por su lealtad a las tradiciones de la ciudad que motivó su parto. Después de las últimas elecciones, se ha convertido en el quinto presidente. Los cuatro anteriores eran componentes de aquella mítica centuria de 32 pretorianos.

¿Qué supone para usted ser la persona romana que va a dirigir durante los próximos tres años a esta joven, pero robusta, Centuria Romana Munda?

Para mí, asumir la presidencia de la Centuria Romana Munda es un honor y una gran responsabilidad. Desde su fundación, esta asociación ha sido un pilar fundamental en la preservación y difusión de nuestras tradiciones, aquellas que forman parte de la esencia misma de nuestra ciudad.

Ser el quinto presidente y el primero que no formó parte de la mítica centuria de 32 pretorianos supone un desafío, pero también una muestra de la evolución y el crecimiento de nuestra entidad.

Me comprometo a seguir construyendo sobre los cimientos que dejaron mis predecesores, manteniendo intacta la lealtad a nuestras raíces y el espíritu de hermandad que nos caracteriza. Durante los próximos tres años, mi objetivo es fortalecer aún más nuestra identidad, impulsar nuevas iniciativas y asegurar que la Centuria siga siendo un referente cultural y tradicional en nuestra comunidad.

Aquellos jóvenes de 1986 que emprendieron el nacimiento de esta noble institución, recuerdan los “cuatro” toques de cornetín
-¡ay!; que traidores, no sólo Judas, son los nervios- en su primer acto del Prendimiento. También, mantienen viva la imagen de aquellos niños que les ofrecían agua para mitigar su manifiesta inquietud. Hoy es presidente. Otrora integrante de aquel grupo de dichosos niños.

¿Qué sensación tuvo en el caminar dentro del desfile marcial, y lleno de compromiso, de aquellos, siempre, jóvenes romanos?

Recorrer las calles en el desfile marcial de la Centuria Romana Munda es una experiencia que trasciende el tiempo.

Aquel niño que, con solo cinco años en 1986, miraba con asombro a aquellos jóvenes centuriones y les ofrecía agua para calmar su inquietud, hoy tiene el inmenso honor de dirigir esta noble institución. La sensación es indescriptible: una mezcla de respeto, orgullo y responsabilidad.

Me gustaría destacar que mi infancia estuvo estrechamente ligada a la Centuria. No solo la admiraba desde la acera, sino que me sentía parte de ella, colaborando de cualquier forma posible: acercando agua, llevando palillos, ajustando correajes o incluso corriendo a buscar un parche cuando hacía falta. Aquellos pequeños gestos, que entonces parecían insignificantes, me hicieron sentir integrado en esta gran familia romana desde muy temprana edad.

Cada paso en la marcha es un homenaje a quienes nos precedieron, a aquellos que, con ilusión y valentía, forjaron el camino que hoy seguimos. Sentir el peso del uniforme, escuchar el eco de los tambores y el cornetín marcando el ritmo, y ver la emoción en los ojos de quienes nos observan desde las aceras, es una vivencia que reafirma el compromiso con nuestras tradiciones.

Los nervios, como mi primer Prendimiento, siempre están presentes, porque sabemos que llevamos sobre nuestros hombros una historia viva. Pero, por encima de todo, prevalece la emoción de ser parte de algo más grande, de una gran familia que sigue escribiendo su legado con cada paso firme y marcial.

«Mi intención es reforzar aquellas que han sido la esencia de nuestra asociación y, al mismo tiempo, recuperar iniciativas que, por diversas razones, han perdido continuidad en los últimos años.»

El periodista y escritor Paco Umbral, en la sección “Los placeres y los días” (diario El Mundo, 02/01/1997), publicó un artículo titulado «Los pobres y el frío». En él escribe:
“(…) a los pobres es que les gusta meterse en todas las apreturas…”Efectuando una traslación de actores sujetos a un devenir social o cultural, se puede inferir que nuestra niñez de asociación discurrió en la estrechez por falta de comprensión – no de la ciudadanía – pero que nos fortaleció en nuestro objetivo inicial: crecimiento y creación cultural.¿Qué intervenciones piensa efectuar sobre las actividades ya existentes? Algunas, últimamente, no han tenido continuidad. ¿Piensa volver a restaurarlas?

Es cierto que los inicios de la Centuria Romana Munda estuvieron marcados por ciertos desafíos, no por falta de entusiasmo ni de apoyo ciudadano, sino por la necesidad de consolidarnos como una asociación cultural con identidad propia. Sin embargo, esa estrechez inicial nos hizo más fuertes, más unidos y más conscientes de la importancia de nuestro propósito: preservar, engrandecer y transmitir nuestras tradiciones.

En cuanto a las actividades existentes, mi intención es reforzar aquellas que han sido la esencia de nuestra asociación y, al mismo tiempo, recuperar iniciativas que, por diversas razones, han perdido continuidad en los últimos años. Hay eventos y tradiciones que merecen ser revitalizados, porque forman parte de nuestra historia y de la memoria colectiva de quienes han formado y forman parte de la Centuria.

Mi compromiso es escuchar a los miembros de la asociación, valorar sus aportaciones y trabajar en equipo para que nuestras actividades no solo se mantengan, sino que evolucionen con el tiempo. La Centuria ha demostrado ser una entidad viva, capaz de adaptarse sin perder su esencia. En los próximos años, buscaremos fortalecer la participación, fomentar el relevo generacional y seguir aportando a la cultura de nuestra ciudad con el mismo espíritu con el que nacimos.

Es evidente que la Centuria crece en todos los ámbitos. Quienes se incorporan fortalecen su continuidad si desarrollan su compromiso. Es veraz que la entidad no tiene espacio suficiente que dé respuesta a las necesidades actuales del colectivo. ¿No piensa que sería oportuno, y necesario, explorar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que actualmente presenta la Centuria?

Sin duda, el crecimiento de la Centuria Romana Munda en los últimos años ha sido significativo en todos los ámbitos, lo que nos llena de orgullo, pero también nos plantea nuevos desafíos. Uno de ellos es la necesidad de contar con un espacio adecuado que responda a las demandas actuales de nuestra asociación y facilite el desarrollo de nuestras actividades con mayor comodidad y eficacia.

Es fundamental realizar un análisis profundo de nuestra situación actual, explorando nuestras fortalezas, como el compromiso de nuestros integrantes y el arraigo cultural de la Centuria; pero también identificando nuestras debilidades, como la falta de un espacio propio que permita una mejor organización y expansión de nuestras actividades. Asimismo, debemos estar atentos a las amenazas, como los cambios en la dinámica social o las dificultades logísticas, y, por supuesto, aprovechar las oportunidades que puedan surgir, ya sea a través del apoyo institucional, la colaboración con otras entidades o la modernización de ciertos aspectos de nuestra gestión.

Bajo esta perspectiva, considero prioritario trazar un plan de desarrollo sostenible que nos permita consolidarnos sin perder nuestra esencia. Para ello, será clave escuchar a nuestros miembros, evaluar nuestras necesidades reales y buscar soluciones que aseguren la continuidad y el crecimiento de la Centuria. No se trata solo de expandirnos, sino de hacerlo con una visión clara, manteniendo siempre el espíritu que nos ha traído hasta aquí.

Siempre se ha divulgado, y mantenido, que la Casa de los Romanos es un espacio abierto y lugar de encuentro donde poder desarrollar nuestra montillanía. Con este antecedente, sólo resta agradecerle su tiempo y pedirle, sin preguntas, cierre esta entrevista como mejor convenga.

La Casa de los Romanos ha sido, es y seguirá siendo un espacio de encuentro, un hogar para todos aquellos que sienten el latido de nuestra historia y tradiciones. No es solo un lugar físico, sino el símbolo de una hermandad que se ha forjado con esfuerzo, pasión y compromiso a lo largo de los años.

La Centuria Romana Munda es más que una asociación; es un legado vivo que une generaciones, que nos recuerda de dónde venimos y nos impulsa hacia el futuro con la misma determinación con la que nació en 1986. Mi deseo es que sigamos creciendo juntos, con la mirada puesta en la continuidad, en la mejora y en la transmisión de nuestra identidad a quienes vendrán después de nosotros.

Agradezco de corazón el espacio brindado en esta entrevista y, sobre todo, el cariño y el respeto con los que siempre has tratado nuestra Centuria. A quienes forman parte de ella, a quienes nos apoyan y a quienes sienten que esta tradición es suya, les digo: sigamos marchando, sigamos construyendo y, sobre todo, sigamos siendo romanos.