El Viernes Santo en Montilla: Un Ritual de Pasión y Devoción
El Ritual de la Lanzada: Un Acto de Fe y Devoción
El Viernes Santo en Montilla es un día de profundo significado religioso y cultural, lleno de emociones, tradiciones y momentos de recogimiento. En este día tan especial, todo huele a viejo, como una señal de la continuidad de las costumbres y el peso de los siglos que se reflejan en la procesión del Nazareno. La Centuria Romana Munda cumple con una de sus más antiguas costumbres, interpretando la diana, cuyos toques militares, ya profundamente integrados en la cultura de la Semana Santa, llaman al pueblo de Montilla insistentemente a unirse al acto.
La Procesión del Nazareno: Un Ritual de Fe
La calle Ancha, uno de los escenarios más emblemáticos de la ciudad, se prepara para recibir a los romanos en su camino hacia San Agustín, donde un sol tímido comienza a alzar la jornada, iluminando los petos y corazas brillantes de la formación romana. Junto a otros colectivos musicales, los romanos llenan el entorno del templo de San Agustín con los sones de cornetas y tambores, mientras una multitud de cofrades, nazarenos y alumbradores se agrupan en las calles. La presencia de las mujeres que siguen la estela doliente del Nazareno añade una capa de solemnidad a la escena, creando una atmósfera cargada de fervor y emoción.
Con cada paso del Nazareno, encorvado por el peso de los siglos, las calles de Montilla se convierten en un altar viviente, y las casas se transforman en retablos de Pasión. La luminosidad, el fervor popular y los encuentros anuales entre paisanos y amigos son algunos de los sentimientos que llenan el aire en este Viernes Santo. A través de los rostros dolientes de los Cristos, los brazos abiertos de las vírgenes y el esfuerzo de los costaleros que portan las imágenes, se mantiene viva una tradición que remonta siglos, un ritual en el que los montillanos se unen al Nazareno.
Un Paso Lento Hacia el Calvario
A medida que avanza la jornada, la Centuria Romana Munda se dirige hacia el calvario en una progresión lenta e inacabable. En la calle Enfermería, la vibración de la milicia resuena con fuerza mientras los romanos, marchando una y otra vez sobre sus pasos, buscan el aliento de los montillanos y montillanas que se agolpan contra los edificios, abriendo paso en un acto de respeto y devoción. Es un momento en el que los romanos sienten el peso de las horas en las piernas, al tiempo que los rostros de amigos y paisanos, empañados por el sudor, se asoman por las calles, compartiendo un sentimiento de hermandad y sacrificio.
La subida al calvario alcanza su punto más emotivo cuando la tropa romana llega a la calle Juan Colín, un lugar cargado de un sentido más profundo, una raíz más auténtica en esta tradición de Pasión. A las puertas de San Agustín, cuando el desfile procesional de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores llega a su fin, la Centuria Romana ejecuta uno de los momentos más esperados: el ritual de la lanzada. Este acto simboliza el momento en el que un soldado romano atraviesa el pecho de Jesús en el calvario, un gesto cargado de significado religioso que se intensifica con el toque de oración.
El Final del Desfile y la Ovación a la Centuria Romana Munda
El batir de los tambores y timbales de la Centuria Romana, marcando el final de su actuación en el desfile procesional, resuena con fuerza y solemnidad, ofreciendo un cierre brillante y lleno de fervor a su participación. Más tarde, arropados por el público que ovaciona su paso, los romanos realizan el paseillo de regreso a su sede, y las ovaciones se multiplican de manera especial, al paso de la taberna de la Chiva y a lo largo de toda la calle Ancha, donde la gente se agrupa para rendir homenaje a la Centuria.
La Semana Santa en Montilla: Un Acto de Devoción y Tradición
El Viernes Santo en Montilla es un acto de devoción, tradición y emoción que refleja el profundo vínculo de los montillanos con su Semana Santa. La Centuria Romana Munda, fiel a su compromiso, se convierte en un pilar esencial para la celebración, reafirmando su papel como guardiana de las tradiciones religiosas y culturales que dan forma a la identidad de nuestra ciudad.
Vive la Pasión del Viernes Santo en Montilla, un día de sacrificio, fe y unidad que marca el corazón de nuestra Semana Santa.